Aquí estamos, preparados para disfrutar de una leyenda viva del pop, el gran
, el único, Sir Paul McCartney.
Comienza los acordes de ‘A Hard Day´s Night’ y el Beatle salé al escenario,
el público lo aclama y canta con él. Desde luego una noche dura, no va a ser,
todo lo contrario, promete ser una de esas experiecias  únicas que terminaremos contando a nuestros
hijos y nietos. ‘Yo estuve allí cuando McCartney…’
‘Save Us ‘, ‘Can´t Buy Me Love’, ‘Letting Go’, ‘Temporary Secretary’, ‘Let
Me Roll It’, ‘I´ve Got a Feeling’, los temas se suceden, la gente los corea,
los baila, los conoce todos. Entre canción y canción Sir Paul nos habla
(leyendo las notas que tiene por todo el escenario) , en perfecto castellano y
con muy buena pronunciación. ‘Está es de los Wings, está de los Beatles,…’ ‘Y
está es especial dedicada a mi mujer Nancy, My Valentine’. 
Las más emotivas , las que dedica a los que ya no están : ‘Maybe I´m
Amazed’, para la compañera de su vida, Linda McCartney, ‘Here Today’, en
homenaje a ‘mi amigo’ John Lennon, y ‘Something’ al inolvidable George
Harrison. Sin olvidarnos de ‘Love Me Do’ dedicada a George Martin.
‘Nineteen
Hundred and Eighty-Five’, ‘We Can Work It Our’, ‘In Spite of All the Danger’,
‘You Won´t See Me’, ‘And I Love Her’, ‘Blackbird’, ‘Give Peace a Chance’, la
energía McCartney es arrolladora.
Se desplaza de un piano a otro, cambia
de guitarras, se queda totalmente sólo en el centro de un escenario que lo
eleva hacia el cielo de Madrid.
‘Queenie
Eye/Give Peace a Chance’, ‘The Fool on the Hill’, ‘Lady Madonna’, ‘FourFive
Seconds’, ‘Eleanor Rigby’, ‘Being for the Benefir of Mr. Kite’, ‘ Ob-La-Di,
Ob-La-Da’, ‘Back in The U.S.S.R.’, ‘Let it Be’, ‘Live and Let Die’, ‘Hey Jude’.
Clásicos de la música que suenan en la noche de la capital para deleite
de todos los presentes y, con toda seguridad, de los que se encuentran en las proximidades
del estadio.
Tras un pequeño, muy pequeño descanso, el grupo vuelve al
escenario para la recta final, el tan esperado ‘Yesterday’ , ‘Hi, Hi, Hi’ tras el
que Paul invitó a una pareja a subir al escenario para que él le pidiera
matrimonio. ‘Birthday’, ‘Golden
slumbers’, ‘Carry That Weight’ y, la más profetica de todas ‘The End’.
La gente seguía coreando las canciones mientras despejaban
el estadio, por las escaleras, por la calle, por todos los lados se podían
escuchar esos  himnos legendarios.

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